La Cumbre Mundial para la Alimentación en 1996 estableció como meta “erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no más tarde del año 2015”. Hoy estamos en el año 2010 y en América Latina y el Caribe más personas sufren cada día de hambre y desnutrición, Si se continua a este ritmo, se calcula que para el año 2015 sólo se habrá reducido un pequeño porcentaje el número de personas hambrientas en la Región, y la meta establecida sólo se podría cumplir en un plazo de 34 años, en el 2030.
Más de cincuenta millones de mexicanos viven sumidos en la pobreza, el 47,4% de la población, de acuerdo a un informe dado a conocer hoy por el gubernamental Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En la Región sólo en América del Sur se ha registrado un descenso en el número de personas subnutridas durante la última década disminuyendo la proporción de personas hambrientas desde 14% a 10%. Contrariamente, América Central y el Caribe han mostrado un aumento en el número y proporción de personas con déficit alimentario. En la última década, el número de personas subnutridas en América Central aumentó desde 5 a 6,4 millones de personas, mientras que la proporción pasó desde 17% a 19%. A su vez, en el Caribe el número de personas mal nutridas creció desde 7,3 a 8,8 millones de personas, y la proporción aumentó desde 26% a 28%.
La pobreza en México se agudiza y afecta estas áreas que son el Rezago educativo, la seguridad social, Calidad y servicios básicos en la vivienda, y el Acceso a la alimentación. el año pasado la crisis afectó de manera severa a México cuando tuvo un crecimiento negativo de 6.5 % del PIB.
Los problemas de inseguridad alimentaria y pobreza y la falta de desarrollo económico se ven agravados por la desigualdad en la distribución de los ingresos. La mala distribución le ha valido ser considerada como la región menos equitativa del mundo. El 10% de los hogares más ricos reciben en la mayoría de los países más del 60% de los ingresos y, en la mayoría de ellos ese porcentaje supera el 65%. En contraposición, los países de América latina la fracción de ingresos recibida por el 40% de los hogares más pobres se ubica, entre el 9% y a veces menos.